Ian Somerhalder lleva ya siete temporadas en la piel de Damon Salvatore, el sexy protagonista de Crónicas Vampíricas.
Hace poco aseguró que la octava temporada, que comenzará a grabarse el
breve, sería la última, aunque de ahora ni confirma ni desmiente. Sea
como sea, el actor, que se dio a conocer al gran público por su papel de
Boone Carlyle, uno de los pasajeros del vuelo 815 de Oceanic en Perdidos, vive uno de sus mejores momentos personales y profesionales. En su reciente visita a Barcelona para participar en la Bloody Night Con 2016,
un encuentro anual con las fans de la serie de vampiros, pudimos
entrevistarle en exclusiva sobre el futuro de la serie, de sus vertiente
solidaria, y de su mujer, la actriz Nikki Reed –que fue también vampira
en la película Crepúsculo– con la que acaba de celebrar su primer año de matrimonio.
¿Seguiremos viendo a Damon Salvatore otra temporada más?
Por supuesto que lo seguiremos viendo. Es mejor interpretar a un Damon malvado porque es más divertido. Estoy ilusionado con la evolución de Damon. He tenido recientemente una conversación con Julie Plec, la creadora y guionista de la serie, para saber hacia donde vamos a ir. Estoy realmente ansioso por saber cómo va a acabar.
¿Nadie os ha contado el final?
No, no nos han dicho nada y estoy esperando a saber qué pasará con la evolución de la serie.
¿Cómo te gustaría que acabara?
Solo me gustaría que fuéramos capaces de volver a los orígenes de la serie, a lo que la gente se enamoró de la primera temporada. Ojalá pudiéramos volver atrás. Historias sin tantos efectos especiales, simplificar y contar historias con esos personajes de los que nos hemos enamorado. La audiencia ha hecho un verdadero viaje con nosotros.
¿Qué veremos en esta séptima temporada?
Al principio de la séptima temporada, y hasta la mitad, en cada episodio hay saltos de tres años hacia el futuro. Es un cambio de formato respecto a temporadas anteriores. En el episodio que yo dirigí, el 60, los flashforward son constantes. Espero que podamos quedarnos en un sitio sin movernos demasiado (risas).
Al principio de la séptima temporada, y hasta la mitad, en cada episodio hay saltos de tres años hacia el futuro. Es un cambio de formato respecto a temporadas anteriores. En el episodio que yo dirigí, el 60, los flashforward son constantes. Espero que podamos quedarnos en un sitio sin movernos demasiado (risas).
No lo sé. Eso se lo tendrías que preguntar a Julie, que es la creadora de la serie.
Los fans son fundamentales en estas series. ¿Cómo vives este fenómeno?
Es una auténtica locura, sobre todo en Europa. Pero también en cualquier parte del mundo. La gente quiere cambiar las cosas, quiere tener conversaciones reales para cambiar este mundo.
¿Qué diferencia notáis entre los fans en Estados Unidos y en España?
No hay muchas diferencias. Los fans son muy parecidos. No dejan de ser personas que viven y sienten las misma emociones.
¿Por qué las series de vampiros y zombies tienen tanto éxito?
Hay cierta fascinación en la actualidad por esta series y no sé las razones. Es una locura. Supongo que Nikki Reed y Robert Pattison –protagonistas de Crepúsculo– tienen algo que ver en todo esto (risas).
Cuando eras adolescente, ¿te gustaba verlas?
Sí, siempre me han gustado.
¿Qué queda de aquel joven pasajero del vuelo 815 de Oceanic?
Vuelo mucho y en cada viaje, que son unos cien al año, en algún momento alguien hace algún comentario sobre Lost. Dejé la serie muy al principio y confieso que me hubiera gustado permanecer más tiempo porque me hubiera dado la oportunidad de crecer como persona.
¿Qué series de televisión te gusta ver en casa?
No suelo ver mucha tele pero reconozco que la televisión se ha convertido en el nuevo medio para contar historias, sobre todo a través del cable. En las películas hay un inicio y un final pero, en cambio, en las series un actor puede crecer a lo largo de 10 ó 13 episodios. Hay mucho más recorrido. Tienes más de 10 horas para explorar y desarrollar a tu personaje. Eso es fantástico.
Hace poco estuviste en un evento con tu mujer, Nikki, en favor de los derechos de los animales. ¿Eres un gran defensor de esta causa?
Como dijo Ghandi, el carácter de una nación será juzgado por cómo tratamos a los animales. Enseñar a la gente joven a tratar a los animales con respeto, con amor y con cariño cambiará el mundo. Mi mujer es también una gran defensora de esta causa. Antes de que ella y yo nos pusiéramos a vivir juntos ya se encargaba de rescatar y cobijar animales. He aprendido gracias a ella mucho sobre el cuidado de los animales. De hecho, el año pasado fue a testificar en California sobre la muerte de más de cinco mil perros solo en ese Estado.
Cuando nos visitas, ¿qué es lo que no puedes pasar por alto?
Comer una paella y beber sangría, sin duda. Me encanta Barcelona… tanto es así que hace un tiempo me planteé venir a vivir aquí, cuando Mc Cain fue candidato a presidente. Si Estados Unidos elige a Donald Trump como presidente, creo que me vendré a vivir a España
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