En su honor, pedimos a la productora ejecutiva Julie Plec que escribiese el obituario que Katherine Pierce se merece.
Por: Julie Plec
Después de quinientos años corriendo, Katherine Pierce murió a manos de su antiguo amor, Stefan Salvatore.
Katherine nunca dejó de sorprendernos como personaje. En la 1ª temporada sólo la habiamos visto en flashbacks del siglo XIX. Así que cuando llegó a escena en el actual Mystic Falls, como guionistas esperábamos una mujer del viejo mundo, distinguida con un gusto por los clásicos. Pero no lo era. Ella era sexy, una mujer de mundo, moderna, que llevaba tacones de diseño y conducía un Aston Martin. Un cuchillo y cuatro dedos amputados después, se abrió paso rápidamente en nuestros corazones para siempre.
Utilizando la seducción como arma preferida, nunca tenía miedo de hacer lo que fuera para conseguir lo que quería. Pero con los años, llegamos a ver lo que había debajo de sus sarcásticos chistes y su cascada de rizos. Katherine no nació malvada. Su vida la hizo así. Su hija le fue arrancada al nacer. Perdió a toda su familia a manos de Klaus. Y pasó los siguientes cinco siglos corriendo, sin un verdadero lugar al que llamar hogar. Lo más cercano a una familia que tenía era su vasta red de contactos del inframundo.
Siempre supimos que Katherine sería uno de nuestros antagonistas principales. Lo que no sabíamos era lo mucho que nosotros y los fans llegaríamos a quererla. Las habilidades de supervivencia de la señorita Pierce se habían vuelto tan buenas, que incluso los guionistas no podían matarla. Tratamos de hacerlo muchas veces de muchas maneras. Ella se había metido en nuestra piel.
Cuando Stefan puso fin a la trágica vida de Katherine Pierce para siempre, tuvo la experiencia posterior a la muerte más peculiar que cualquier otro personaje que ha muerto en The Vampire Diaries: fue enviada a algo que parecía sospechosamente "el infierno". Su destino más allá de la muerte sigue siendo un misterio, pero dondequiera que esté, es seguro asumir que no está flotando en una nube blanca tocando el arpa.
RIP, HBIC. Te echaremos de menos, nadie te olvidará.
(Podéis ver un vídeo con algunos de sus mejores momentos AQUÍ)
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